De manera inexplicable, mientras aparentemente más se draga en el puerto de Barranquilla es cuando surgen los mayores problemas de calado en el canal de acceso e, incluso, el encallamiento de embarcaciones.

Basta con revisar lo que ha venido sucediendo en los últimos dos años, cuando realmente el calado operacional se ha mostrado inestable en épocas de dragado, a lo cual se suman las emergencias en varias embarcaciones mientras que otras, sencillamente, han tenido que ser desviadas a otros puertos por las deficiencias de calado en el de Barranquilla.

Este año no ha sido la excepción de este tipo de situaciones.

Lo paradójico de esta situación es que mientras la Ministra de Transporte, Ángela María Orozco, y el Director de Cormagdalena, Pedro Pablo Jurado, con bombos y platillos anunciaron recientemente los resultados del dragado ejecutado a lo largo de 2021, lo cual garantizará la sostenibilidad en el canal y las condiciones para la reactivación económica de la región, sucede exactamente lo contrario.

Una nueva emergencia por el encallamiento del buque ‘Amber Bay’, lo cual, desde luego, queda registrado en el mundo marítimo internacional, con mala calificación para el puerto de Barranquilla.

En concreto, este año han sido removidos 1 millón 341 mil 248 metros cúbicos de sedimentos, en desarrollo de cinco campañas ejecutadas por la draga ‘Bartolomeu Deus’.

Este trabajo se resume de la siguiente manera:

- Primera campaña de dragado, durante 32 días, en el período comprendido del 9 de febrero al 12 de marzo, 911 mil 566 metros cúbicos de sedimentos.

- Segunda campaña con 51 ciclos de dragado, 228 mil 522 metros cúbicos.

- Tercera campaña, 12 ciclos, del 9 al 11 de abril, 58 mil 453 metros cúbicos.

- Cuarta campaña, 17 ciclos del 9 al 12 de mayo, 89 mil 625 metros cúbicos.

- Quinta campaña, los días 13 y 14 de junio, 53 mil 082 metros cúbicos.

Y si el dragado no mejora las condiciones del canal de acceso, las recientes decisiones del Patrimonio Autónomo Findeter - Cormagdalena, tampoco contribuyen para aliviar la situación.

En ese sentido también resulta inexplicable la decisión de las dos entidades de reducir el presupuesto para el próximo dragado eh 4.497 millones 357 mil 923 pesos, así como la cantidad de sedimentos a remover en 386 mil 736 metros cúbicos y bajar de 4 a 3 meses el término de ejecución, en medio de la crisis portuaria que se ha vivido en Barranquilla a lo largo del año.

Lamentablemente, esas decisiones insólitas cuentan con la complacencia de un ‘comité de aplausos’ dirigido desde ciertas agremiaciones del sector portuario local.